Friday, November 23, 2007

Divertimento para un naufragio en tres remolinos

I
La turquesa
trepa por tus pies al paraíso,
se roba tu bolita del tobillo,
sigue los reflejos de mis manos
que varan en la mar de pecas
de corales de luciérnagas posadas en tu espalda.
Es la ira de mil ojos estrellados
en la palma del minucioso océano de tu vientre,

horizonte en brama a carcajadas de lapislázuli en resaca.

II
Duermo en tus aguas,
perdido en las orientales olas de tu boca a borbotones,
sumergido en el vaho enredado del abrigo de tus brazos.
Buceo y recupero tus muslos a brazadas
de la prosaica lejanía blindada
por el rápido movimiento de tus ojos.
Renace el palpitar indiscreto de mis venas
y súbita llegas cual vorágine a succionar mi boca

que es la irremediable rémora de tu última costilla.

III
Se pierde el timón de la barcaza
en una noche de zarzamoras sin sextante,
sin un descanso de marea en el estuario de tus piernas.
Brega de la lumbre de tu ubre,
si te hundes a horcajadas y zozobro,
si encallo en tus caderas y enfrento la tormenta,
si naufragas y naufrago y me pierdo y nos perdemos
y nos ahogamos lentamente en el fondo de un sueño a
la deriva.